Atrévete a aventurarte en un bote para conocer la isla Chañaral de Aceituno, que es parte de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, y si tienes suerte podrías contemplar diferentes especies de delfines y ballenas que atraviesan las costas del sector entre noviembre y abril de cada año.
¿Quién no ha soñado alguna vez con conocer a uno de los mamíferos más majestuosos y gigantes que podremos ver alguna vez? Las ballenas han sido protagonistas de mitos, historias de miedo y asombro, pero sobre todo de admiración desde siempre. Un acercamiento a una de ellas alguna vez en la vida es un sueño que, pensamos, muy pocas personas podrían materializar.
Sin embargo, en nuestro Chile, al norte de la región de Coquimbo, encontramos la Reserva Pingüino de Humboldt, un verdadero paraíso escondido, un santuario de la naturaleza que guarda una gran riqueza natural, y donde el sueño de avistar una ballena se hace más palpable.
Esta idílica Reserva Natural comparte geografía entre la región de Coquimbo y la región de Atacama. Imperdible para los amantes de la vida marina, el avistamiento de aves y cetáceos, y para quienes buscan perderse en el sonido del mar y su vida silvestre.
Avistamiento de ballenas, delfines y amplia vida marina
Chañaral de Aceituno es una hermosa caleta de pescadores, de abundante vida submarina y gastronomía marina, especial para reponer energías de este 2020 que casi acaba. De a poco se ha posicionado como uno de los mejores lugares para avistar ballenas en nuestro país. Isla Chañaral de Acetuno es, en efecto, una de las tres islas que componen la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.
La temporada de avistamiento de cetáceos en Chañaral de Aceituno es entre los meses de diciembre y marzo. Entre el 15 de enero y 15 de febrero es donde mayores avistamientos se registran, época en donde dicen que también llega la legendaria ballena azul. De hecho, este 18 de diciembre si dio el vamos oficialmente a la temporada de avistamiento de cetáceos en Caleta Chañaral de Aceituno.
Biodiversidad de una reserva nacional protegida por Conaf
Uno de sus beneficios, en comparación a otras zonas turísticas en el área con avistamiento de cetáceos, como Punta de Choros, por ejemplo, es la gran variedad de cetáceos que se pueden observar.
Se pueden avistar ballenas como la azul, la jorobada, la minke, la franca, y la fin, las que pasan por la Chañaral de Aceituno a alimentarse y descansar. Además, se pueden ver delfines de risso, calderón negro o nariz de botella, entre otras especies biodiversas.
Según Ladera Sur, otro gran protagonista de la Isla Chañaral de Aceituno es el pingüino de Humboldt, el que le ha dado el nomber característico a la reserva chilena. Es importante saber que la mayor población en el mundo, alrededor del 80%, se encuentra protegida en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.
También se pueden observar grandes colonias de lobos marinos, chungungos. Además de los piqueros, aves marinas que se alimentan lanzándose sobre cardúmenes de peces desde una altura de hasta 30 mts. con sus picos de color azul. ¡No por nada le dicen el Galápagos chileno!
@laderasur 
La Caleta Chañaral de Aceituno ha ido avanzando cada vez más en términos turísticos. Debido a su potencial, la localidad ha ido mejorando sus condiciones para ofrecer servicios de alojamiento, de alimentación, además de los botes que se adentran en sus profundidades.
¿Cómo llegar a Caleta Chañaral de Aceituno?
Desde La Serena, debes llegar hasta el cruce de Punta de Choros siguiendo por la Ruta 5 norte. Antes de llegar al pueblo, toma el camino costero hacia el norte, y en 27 kms. más adelante te encontrarás con Chañaral de Aceituno.
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